Coaching, Asesoría, Consultoría, Mentoring… ¿Cuándo, cómo y para qué?
diciembre 2, 2014 5:55 pm Deja tus comentariosCuando tenemos un problema, en cualquier ámbito, siempre intentamos encontrar la mejor solución. También en lo que se refiere a nuestra empresa. Coaching, asesoría, consultoría, mentoring… ¿Qué son, en qué se diferencian? ¡Qué lío! Y en estos momentos de crisis, ¿no es un lujo contratarlos?
Os dejo con algunos conceptos y consejos básicos que os ayuden en la toma de decisiones. Y no, no es un lujo sino una necesidad real para facilitar la innovación y crecimiento tanto de la organización como de su talento.
Coaching: te ayuda en el autodesarrollo y motivación
El coaching es un proceso de acompañamiento en el que se establece una relación de ayuda que presupone que el coachee (persona que recibe el coaching) tiene todas las respuestas en su interior. Es, en esencia, un proceso de aprendizaje que permite a los clientes maximizar sus capacidades y competencias para obtener la mejor versión de sí mismos. El coaching ayuda a cambiar las ‘gafas’ con las que las personas miramos la realidad, con el fin de aprender a actuar de otra manera. El coach permite identificar los puntos ciegos que todos tenemos y que, en ocasiones, limitan nuestra capacidad de acción. El coaching promueve no sólo la reflexión, sino la acción con la mirada puesta en el futuro y el seguimiento al plan de acción decidido con el cliente, distinguiéndolo claramente de un proceso de reflexión psicológica o un curso de formación de conceptos teóricos. ¿Para qué? Para hacer real lo antes posible: el potencial del cliente.
¿Cuándo, en quién utilizarlo?
Es más eficaz utilizarlo para mejorar resultados en lugar de para solucionar problemas, como en el deporte. Así mismo es mucho más rentable en personas de talento, en desarrollo (como en el deporte o disciplinas artísticas se utiliza con los mejores y los promesas). Si hay una limitación económica, más que buscar coaches económicos lo ideal sería limitar el número de empleados a los que se ofrece, cuidando de escoger a los que ejercen mayor impacto en los resultados de la organización hoy y mañana. Y sobretodo, regla de oro, no se ofrece un proceso de coaching por obligación, resulta totalmente inútil, pues el principio del coaching es que es el propio coachee (cliente) quien mejora impulsado por su deseo de alcanzar el objetivo.
¿A quién contratar?
A quien tenga credenciales reconocidas (reconocido por ICF). Si además tiene una larga trayectoria de coaching (se reconoce por el grado, máximo es Master Coach, Pcc, Acc, ACTP) o bien experiencia previa de liderazgo de personas es un plus pues casi siempre los temas tratados pivotan alrededor de las habilidades de liderazgo.
Finalmente añadir que los procesos de coaching ofrecidos por las empresas han demostrado lograr un mayor nivel de sentido de pertenencia y retención en los empleados que lo disfrutan.
Asesoría: escucha tu necesidad y te aconseja
Ofrece consejo para resolver dudas, aclarar decisiones sobre una materia concreta. El asesor analiza la historia, la situación del cliente, sus necesidades y aconseja. No toma acción ni hace seguimiento de la acción tomada por el cliente. El asesoramiento proporciona los conocimientos necesarios para que el cliente (la empresa que lo contrata) pueda resolver los problemas cotidianos. El asesor no debe llevar adelante las tareas de resolución; en cambio, debe asesorar y brindar las capacidades profesionales necesarias a los directivos de la empresa.
¿Cuándo, en quién utilizarlo?
Se utiliza bien sea en una empresa pequeña que no dispone de personal y capacidades para abarcar todas las áreas técnicas o bien en las grandes compañías en el nivel más alto para la toma de decisiones de alto impacto.
¿A quién contratar?
Quien da el servicio debe poseer un conocimiento técnico y/o experiencia claramente superior a la del cliente. Es el experto en el tema. Se ha abusado mucho de estos servicios, creando dependencia, manteniendo a demasiados asesores de modo constante; tenemos ejemplos de ello en la política, y esto va en detrimento de un presupuesto para otras áreas de apoyo más dirigidas a la acción.
Mentoring: enseña con el ejemplo
En esta disciplina el mentor comparte su experiencia y conocimientos con la otra persona para que ésta pueda desarrollarse con éxito a nivel profesional, personal, etc. Viene del concepto de Maestro. Fue en la Edad Media cuando cobró importancia este personaje que solía ser una persona mayor que se encargaba de enseñar las claves de un oficio a un joven, que recibía el nombre de aprendiz. Es importante destacar que el mentoring se asocia a un proceso informal de enseñanza, a diferencia de la relación que se establece entre un maestro y sus alumnos en el marco de la escuela. El mentor no se atañe a un programa de estudios ni califica al aprendiz bajo criterios de evaluación como ocurre en el sistema educativo formal.
¿Cuándo, en quién utilizarlo?
En alguien nuevo en el puesto para acelerar su aprendizaje de los procesos técnicos.
¿A quién contratar?
He oído muchas veces que se identifican como mentores de las empresas a otros empleados de éxito o de un nivel superior, sin embargo pocas veces se consiguen resultados. ¿Por qué? Porque el mentor está siempre muy ocupado y no adquiere la rutina de organizarse y centrarse en el otro para identificar qué pasarle y compartir en un ritmo algo más lento. Tampoco tiene motivación o recibe una recompensa por hacerlo. También puede ser que el mentor no sepa realmente cómo enfrentarse a ello y mezcle conceptos haciendo del ejercicio un auténtico lío. En general se busca como mentor a alguien de posición superior que además le sirva de sponsor para siguientes promociones, y ese es un error. Quien más sabe de la posición es alguien que lo está haciendo en la actualidad, que lo lleva haciendo ya unos años y por tanto dispone de tiempo para dedicarle, y que además no lo vea como competidor. Es aquel que vemos como un “maestro” de lo suyo y no tiene ya aspiraciones de variar de puesto. El mentoring en este caso además sirve para motivar al mentor, es una forma de reconocimiento que se ha de hacer pública. Otra alternativa recomendable son los programas de mentoring externo en temas nuevos para el mentor y que son pivotales en el nuevo puesto. Suelen ser además muchas veces gratuitos, ofrecidos por personas que han alcanzado la madurez en sus carreras profesionales y tienen la voluntad de “devolver” el apoyo.
Consultoría: analiza tu necesidad y te diseña la solución pudiendo o no ejecutarla
Es un servicio prestado por una persona o personas independientes y calificadas en la identificación e investigación de problemas relacionados con políticas, organización, procedimientos y métodos; recomendación de medidas apropiadas y prestación de asistencia en la aplicación de dichas recomendaciones. En general la consultoría es un servicio que proporciona conocimientos y capacidades profesionales para resolver problemas o presentar nuevas estrategias para mejorar las organizaciones. El consultor escucha tu necesidad y tras realizar un análisis y un diagnóstico en detalle aporta una solución pudiendo o no además ejecutarla.
¿Cuándo contratarlo?
Cuando se quieran cambiar procesos o modelos organizativos. Una persona externa nos ofrece una mirada no contaminada por el proceso anterior y sabe más que nosotros del proceso nuevo.
¿A quién contratar?
Dependiendo del problema, si el problema es el diseño muy novedoso de algo que impacta desde la visión a multiples procesos y no se sabe bien qué solución se quiere es recomendable hacerlo con una empresa de consultoría que esté muy al día de la innovación académica y además tenga experiencia en diversos modelos de distintos sectores que pueda pensar en aplicar. La clave es el diseño de la solución. Si nos enfrentamos a un proceso muy concreto que se limita a un área de la compañía y además no se es el primero en implantarlo entonces es recomendable contratar a personas que tengan experiencia práctica en llevarlo a cabo, pues la clave es además la calidad en la ejecución. Puedo dar ejemplos de grandes consultoras que han diseñado soluciones técnicas en mercados muy peculiares como el negocio de fármacos hospitalarios, que tras facturas de peso y presentaciones interminables con gráficos incomprensibles, fallaban en asunciones básicas propias del sector, resultando una total pérdida de dinero y tiempo. Es ideal que antes de ser consultores hayan hecho el trabajo. “Antes cocinero que fraile”.
Tenemos un concepto equivocado sobre solicitar apoyo. Caemos en el error de pensar que somos peores profesionales si reconocemos no estar seguros, mostrarnos vulnerables o pedir ayuda. Nadie tiene todas las respuestas y lo que pasa cuando no pedimos mediación es que acabamos teniendo un problema mayor.
Se ha publicado recientemente un estudio realizado por la universidad de Stanford entre más de 300 CEOs y ejecutivos que afirma que más del 75% de CEOs y del 50% de los ejecutivos reconocen sentirse solos en la posición y agradecerían el apoyo de un coach, pero no lo tienen en la actualidad. Y digo un coach en éste caso porque las áreas que más utilizan o utilizarían son las habilidades de liderazgo para gestionar conflictos; conciliación personal; gestión de talento y planes de sucesión; Teambuilding.
Es preocupante leer en esta publicación como tantos lo están haciendo solos, pudiendo disfrutar del apoyo para mantener una organización saludable. Hasta los mejores tienen sus puntos ciegos y pueden mejorar extraordinariamente con la perspectiva externa.
El apoyo externo os ayuda a impulsaros hacia el éxito y además reduce claramente el nivel de estrés lo cual os convierte en mejores líderes.
Pedid ayuda y ofrecedla de forma generosa. Os dejamos un vídeo muy corto para acompañar este pensamiento positivo, porque como dice Louis Amstrong, “It’s a wonderful life”.
Categorizado en: Coaching, Transformación
Este post fue escrito porRosa Urtubi
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