Catalizadores de innovación

Ha tenido lugar recientemente “Innovation day”, un evento dedicado a la innovación. Allí nos congregábamos los muchos creyentes y practicantes de este difícil arte de colaboración positiva para el impulso de la transformación y crecimiento económico y social. Tuve la oportunidad de conversar con una de las ponentes, Josie Gibson, australiana como yo, y descubrí a ritmo de un pausado café a una verdadera “catalizadora”. Os hago un resumen de su charla posterior en el congreso, pues me pareció una verdadera impulsora de transformación con fe positiva en la capacidad que tenemos de renovarnos y lograr un cambio positivo.

No lo haremos, decía, con esos personajes que llenan las salas de gobierno con sus trajes grises, calvas y sobrepeso, mirando al unísono a un solo personaje que concentra el poder y al que aspiran derrocar. Lo haremos con los “catalizadores”, con colaboración y la posterior participación de todos.

¿Qué es un catalizador?

Empecemos por la definición. Catalizador es la persona que precipita un evento. No es fácil ser un catalizador, y los necesitamos más que nunca. Estamos ante una realidad completamente nueva para la cual no ha podido prepararnos la industria del liderazgo con todas sus escuelas de negocio, libros o charlas. Según el “World Economic Forum”, el 86% de personas opina que hay una crisis de liderazgo. Los síntomas son: bajo compromiso, pérdida de confianza, productividad estanca e innovación simbólica. ¿Os suena?

El 85% de los líderes no crean valor. La buena noticia es que hay un 15% de líderes y colaboradores que ven el mundo diferente. Son los catalizadores.

Estos se caracterizan por intercambiar conocimiento, ver múltiples perspectivas, son pensadores holísticos, ven el sistema, viven el ahora y el futuro emergente, se adaptan y son colaboradores por naturaleza, son generosos y humildes, tienen resiliencia y perseverancia.

Y lo más gracioso es que a diferencia del “capitán general”, aquel que pasea por los pasillos de la gran empresa cual dueño y amo con la expectativa de miradas atentas y obedientes, con la autocomplacencia afincada en un cuerpo largamente olvidado, el catalista a menudo ni se define ni se reconoce como líder.

Los catalizadores necesitan el “caldo de cultivo” apropiado. A veces solo necesitan conocerse y conectar, formar una comunidad de catalistas para aprender y crear.

Los catalizadores transforman cómo pensamos, trabajamos y vivimos. Por ello no encajan en culturas empresariales que se retrotraen ante el miedo de cambios en las cifras, competidores diferentes, clientes más activos, globalización, redes sociales. Ya hablamos en otros artículos de la reacción de empresas y organizaciones ante el cambio de ciclo. Serán los dirigentes más inteligentes, con visión, quienes reconozcan la ventaja de la transformación y verán en los catalizadores una vía de innovación como base del futuro crecimiento.

A los líderes transformadores os invito a identificar y desarrollar catalizadores internos.

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Este post fue escrito porRosa Urtubi